3 ago 2012

Sospechosas habituales






Michael Phelps minutos después de salir de la piscina es convertido; El tiburón, el Poseidón, El rey del trono acuático, la leyenda del Olimpo, el mejor atleta de todos los tiempos… Las noticias son acompañadas con una batería de imágenes de Phelps cual depredador, saliendo del agua amenazante, imbatible, muy a lo videoclip. Los medios ya empiezan a construir el personaje. 
Sin ánimo de restar reconocimiento a Phelps, cuyo palmarés habla por si mismo, pero ¿dónde están los minutos de gloria de Ye? 
El sábado, en la final de los 400 metros estilos,la nadadora Ye Shiwen batió al imbatible. Marcó un nuevo récord mundial;28.93 s. Nadó  incluso más rápido que  Ryan Lochte, categoría masculina de la misma disciplina. Pero a ella no le han hecho videoclip. Al fin y al cabo, el, es un semidiós. Ella, sospechosa. 
A Ye se le han dedicado pocos minutos, pero muchas perlas. Varios medios han recogido que  Gregg Troy, el jefe del equipo estadounidense, entrenador de Lochte y Beisel,  dijo la primera y la más grande, "es el tramo más rápido que haya corrido una mujer en toda la historia". Esto no es muy olímpico, Gregg. El Mundo, en su edición digital, dijo que la nadadora  "firmó en el 400 estilos del sábado unos últimos 100 m. de crol más propios de un hombre que de una mujer". Como ser así de rápido es propio de un hombre, y no de una mujer, todos concluyeron que Ye se había dopado. "La juventud no es garantía de inocencia" decía un periodista. Además, prosigue, hay motivos para sospechar ya que los chinos habían sido sancionados al dar 40 positivos… ¡en los 90!. Por la misma regla de tres, los atletas españoles deberían ir pasando por ventanilla. Hace no tanto,  antes de que PP acaparara todas las conversaciones, los ánimos estaban sublevados por las dudas sembradas sobre "nuestros" atletas. 
También hay otros que recurren al pasado maquillar  que, en realidad, molesta. Según el entrenador estadounidense, John Leonard, "los últimos 100 metros son algo imposible" y señaló que la historia, en casos semejantes, "termina demostrando que había dopaje". También  lo calificó de "inquietante". Cada vez que los géneros, y con ellos los roles que se les adjudican, se ponen en entredicho, el mundo se inquieta. Y los atletas, entrenados en igualdad de condiciones, parecen dispuestos a dinamitar, una y otra vez, estas  categorías, desobedeciendo nuestra actual clasificación y descripción de géneros. 
Lo verdaderamente inquietante es que el mundo, hoy, en pleno siglo XXI, aún crea que estas dos categorías son únicas y sus diferencias, realesSi aceptamos estas  premisas como ciertas, ¿por qué buscamos la igualdad? ¿de qué tipo de igualdad estamos hablando? ¿son un fraude todos aquellos que no se ajustan a la descripción? 
La hazaña de Ye Shiwen no sólo no es imposible, sino que además, es. Los análisis niegan el fraude. Ye no necesitó de sustancias ilegales para ser más rápida que los más rápidos. 
Fin de la historia.